miércoles, 17 de febrero de 2016

El Coeficiente Intelectual

La medición del Coeficiente Intelectual (CI) lo desarrolló por primera vez el psicólogo estadounidense William Stern en 1912. Esta medición se lleva a cabo mediante un conjunto de pruebas psicológicas cuyo resultado es la nota media de cada prueba. El resultado es la cifra que cuantifica la inteligencia de cada persona, especialmente en el ámbito académico y laboral. Existen diferentes formas de medir el Coeficiente Intelectual (hay páginas en internet que permiten la realización del test de inteligencia de forma gratuita), sin embargo, se realiza una medición distinta en los niños. En este caso, se pretende calcular la inteligencia a partir de la capacidad de discernir las formas y los cambios.

Encontramos tres niveles distintos:

  • Un CI superior a 140 se considera un genio.
  • Un CI entre el 90 y el 110 es el promedio.
  • Un CI por debajo de 70 se considera que necesita ayuda especial.

Cuando el CI se encuentra por debajo de 70, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasifica de la siguiente manera:

  • Diversidad intelectual ligera: entre 50 y 69.
  • Diversidad intelectual moderada: entre 35 y 49.
  • Diversidad intelectual grave: entre 20 y 34.
  • Diversidad intelectual profunda: inferior a 20.

Existe otro tipo conocido por la OMS con el código F78 cuya evaluación del grado de diversidad intelectual es difícil o imposible de establecer debido a las limitaciones sensoriales o físicas. A veces, un coeficiente intelectual por debajo de 70 no siempre implica tener una diversidad funcional intelectual. La persona habría de presentar limitaciones en dos áreas de las siguientes Actividades de la Vida Diaria (AVD) que se estudian en el módulo de Promoción de la Autonomía Personal y Social que nos concierne:


Comunicación
Autocuidado 
Vida en el hogar 
Habilidades sociales 
Uso de la comunidad 
Autodirección 
Salud y seguridad 
Habilidades académicas funcionales 
Ocio 
Trabajo


Este tema creo que puede generar cierta controversia, puesto que el hecho de que exista una prueba para conocer la inteligencia de las personas deja en una posición inferior a aquellos que presenten un Coeficiente Intelectual por debajo de la media. 

Considero que, por una parte, es necesario realizarlo por si algún niño o joven necesita una atención especial debido a sus dificultades aunque esta separación es lo que podría propiciar la consideración y el pensamiento de que un niño que necesita educación especial es "tonto". Sin embargo, por otra parte, no me parece adecuado medir la inteligencia de las personas, ya que cada uno tiene unas funcionalidades y habilidades diferentes que pueden destacar en un área y no en otro, y viceversa. Por ejemplo, a mí nunca se me han dado bien las matemáticas pero sí los idiomas (nivel académico) y tengo dificultades en las habilidades sociales pero soy autónoma en las actividades del autocuidado (en relación con nuestro módulo). 

Este aspecto no debería tratarse como una dualidad en la que las personas somos inteligentes o no somos inteligentes y, en el caso de serlo, somos mejores o no somos mejores. Hemos de verlo desde un punto de vista funcional, es decir, que las personas presentamos una serie de funcionalidades que estarán más o menos limitadas a nivel intelectual o a nivel ambiental (el contexto en el que nos desenvolvemos), por lo que hay que mantener una mentalidad abierta y comprender que las personas con diversidad intelectual no son "tontas" ni "retrasadas mentales" sino que se desenvuelven de una manera distinta a la nuestra y que presentan una serie de limitaciones en las que necesitan ayuda. Esta ayuda la pueden tener mediante productos o puntos de apoyo, que más adelante tratará nuestra compañera Patricia en el blog, o la ayuda de la figura del Integrador Social.

En conclusión, creo que medir el Coeficiente Intelectual da una cifra aproximativa del nivel de nuestra inteligencia que puede repercutir de alguna forma en el ámbito escolar pero que no es relevante para la vida cotidiana.



Escrito por Irene Martín




Bibliografía



Webgrafía





3 comentarios:

  1. Por cierto, un coeficiente intelectual inferior a 90 ya es un signo de retraso en el desarrollo. Regularmente reviso mi inteligencia en https://iq-global-test.com/es/ para monitorear mi nivel de desarrollo.

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